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monstruo desaparece. En el mundo de los
mayores, si no miras al monstruo, el mons-
truo se te come.
“No hay más remedio. O les haces
frente o se te comen”
Pero claro, quizás, en nuestro día a día, este-
mos viciados a poner la etiqueta de proble-
mas a cosas que no lo son. “Si estás en un
sitio donde llueven golpetazos tremendos
todos los días, relativizas mucho. En esos
lugares, si alguien te roba… es el día a día,
si te disparan y no te dan, no pasa nada…El
problema real llega cuando el disparo te da.
Aquí vivimos en una situación –continúa- en
la que si no nos funciona el Whatsapp o se
nos rompe la pantalla del móvil nos puede
parecer horrible”. Si relativizas, concluye,”to-
do se lleva mejor”.
“La Salud iguala a las personas”
Sin embargo, el cirujano es de la opinión
de que no es necesario viajar a África para
encontrarse gente con problemas reales y
de envergadura. Asegura que cada vez se
convierte más en “gestor de tragedias”.
Nos dice que “no es lo que quería ser, pero
no me disgusta”. Ayudar a gente que está
desahuciada “pero que te piden que les
ayudes a pasar con dignidad” el tiempo
que les queda de vida.
No es un trabajo apto para cualquiera, “pero
consigues que la gente se ilusione e incluso
salga de aquí riendo”. Hay mucho de medici-
na, pero también mucho de trato humano en
ese trabajo.
Y es que la salud es ”lo único que nos
hace iguales”. La Carta de los Derechos
del Hombre nos dice que ‘nacemos libres
e iguales’, pero “al día siguiente unos son
más iguales que otros”. Eso sí, “hay una
cosa en la que sí que somos iguales, y es
en los problemas de salud”. Es cierto que
aquí tenemos medios para paliar el dolor y
el sufrimiento, pero “los problemas de sa-
lud nos igualan en gran medida. Mañana
un Premio Nobel puede morir exactamen-
te de lo mismo que una persona que jamás
haya abierto un libro o que un asesino en
serie. La medicina es algo que nos hace
aterrizar en el mundo”, concluye.
Pedro Cavadas
COMUN
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