COMUNICAV | Tercera etapa Nº29 segundo cuatrimestre 2025

Por Eva Altaver y Daniela Rovatti. Fotos: Agustín Rovatti EL INICIO: ENTRE LA MODA Y LA IDENTIDAD Adrián Salvador no recuerda un momento exacto en el que decidió dedicarse al diseño. Más bien, su trayectoria es el resultado de una serie de intuiciones, oportunidades y, sobre todo, de una curiosidad insaciable. “Siempre he dicho que soy un poco inconsciente”, confiesa entre risas. “He dicho que sí a proyectos sin saber muy bien a dónde me llevarían, pero siempre con la certeza de que aprendería algo nuevo”. Su primer contacto con el mundo profesional llegó en plena crisis de 2012. Junto a su socio, fundó una marca de moda en Valencia, cuando el término “emergente” era casi una etiqueta obligatoria para quienes intentaban abrirse camino en un mercado saturado y competitivo. “Nos costó mucho más definir lo que hacíamos que que nos tomaran en serio”, recuerda. “El diseño abarca tantas disciplinas que a veces ni nosotros sabíamos explicarlo”. LA COLABORACIÓN COMO SEÑA DE IDENTIDAD Desde el principio, el trabajo colaborativo fue una constante. “Empezamos haciendo eventos con marcas de gastronomía, compañías de danza, diseñadores de producto…”, relata Adrián. “Entendimos la marca de moda como un estilo de vida, en el que el público de un espectáculo podía ser también nuestro cliente”. Esta visión interdisciplinar les llevó a transformar su estudio en un espacio de dirección creativa, donde la moda convivía con el diseño gráfico, la consultoría y la docencia. “Nos dimos cuenta de que lo que más nos interesaba era crear lazos entre disciplinas, mezclar ingredientes y ver qué salía de ahí”. COMUNICAV 37 “Entendimos la marca de moda como un estilo de vida, en el que el público de un espectáculo podía ser también nuestro cliente”.

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