COMUNICAV 45 APUNTES DE OCIO Kjell Askildsen, uno de los narradores más influyentes de la literatura noruega contemporánea, vuelve a demostrar en El precio de la amistad su maestría en el arte del cuento breve. Publicado por Nórdica Libros en 2020, este volumen reúne doce relatos escritos entre 1998 y 2004, y marca el cierre de su producción literaria tras años de silencio. La prosa de Askildsen es seca, precisa y deliberadamente contenida. El silencio, las pausas y los gestos mínimos tienen tanta importancia como las palabras. Sus personajes, a menudo hombres solitarios, envejecidos o en crisis, habitan espacios fríos y cotidianos, donde la tensión se acumula en lo no dicho. La incomunicación, la rutina y el desgaste de los vínculos son temas recurrentes que el autor trata con una economía expresiva que bordea el ascetismo. Influido por Kafka, Hemingway y el existencialismo europeo, Askildsen consigue provocar una inquietud persistente en apenas unas líneas. Sus cuentos invitan al lector a asomarse Una serie… Adolescencia Por JAVIER DOMEQUE EMO Colegiado del ICAV subjetivo —el drama angustioso— que la situación en la que se ve envuelto su hijo supone para los padres. Unos padres normales y diligentes, que se preguntan en qué han fallado en la educación de su hijo. Al final una serie o película es buena o mala dependiendo del que la ve. Algunas te llegan y otras no. Luego hay obras maestras que a lo mejor no te gustaron. Que Adolescencia es una gran miniserie es indiscutible. al vacío que habita bajo la superficie de lo cotidiano y a plantearse preguntas profundas, que quedan reverberando. El precio de la amistad es una muestra impecable del talento de Askildsen para condensar en unas pocas páginas la complejidad de las relaciones humanas. Una obra que confirma su lugar como referente imprescindible del relato corto europeo. FICHA TÉCNICA Askildsen, Kjell, El precio de la amistad, Madrid, (trad. Kirsti Baggethun y Asunción Lorenzo), Nórdica Libros, 2020. Un libro… El precio de la amistad La serie de moda este año, muy bien valorada por crítica y público, está siendo “Adolescencia”. Veamos por qué. Primero (no necesariamente es un orden prelativo): por la impresionante factura técnica. Son cuatro episodios de alrededor de una hora de duración filmados en plano secuencia. Se coge la cámara y todo pasa por delante de ella sin solución de continuidad, sin cortes, hasta que se acaba el episodio. La previsión del diseño de producción, coreografía de personajes entrando y saliendo en plano, el movimiento preciso de cámara (incluso montándola en un dron) es algo muy complicado, y obligó, ante cualquier mínimo fallo, a reiniciar la filmación de cada episodio desde el principio. Lo destacable es que, al rodar en tiempo real, se favorece y aumenta el efecto dramático y naturalista que se pretende. Segundo: por el gran trabajo de los actores, subrayando a Stephen Graham, un conocido secundario, que es un pequeño (en altura) gran actor que interpreta al padre. Su escena final, con la que cierra la serie, es realmente conmovedora. Tercero: por la aproximación del guion a un tema controvertido y actual, como es la violencia juvenil y su conexión con las redes sociales en Internet. Por el tratamiento
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