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A FONDO

El mediador, aunque tenga formación de aboga-

do, nunca lo sustituye, porque no tiene la labor de

asesorar jurídicamente

.

Asimismo, en la mayoría

de las ocasiones cuando se alcanza un acuerdo en

la mediación, las partes pueden compartirlo con

su abogado que es el que vela para que jurídica-

mente esos acuerdos sean correctos.

Vía arbitral: rapidez, especialización y

confidencialidad

Por su parte, el arbitraje, según explica el director

del Tribunal Arbitral, “

no deja de ser una contienda

que se resuelve con un proceso muy similar al judi-

cial, regido por la Ley Arbitral, donde la solución al

conflicto, el laudo viene dada por un tercero, que

es el árbitro

”. El Tribunal Arbitral funciona como

un tribunal ordinario y está totalmente profesio-

nalizado. Sin embargo, frente a la vía judicial, en

este proceso tiene que haber un sometimiento

expreso de las partes a través de un convenio ar-

bitral, donde se estipula que en el caso de que en

su relación surgiera un conflicto, se dirima por vía

arbitral.

José Guillermo Belenguer destaca que “

la ventaja

principal del arbitraje es la celeridad de la resolu-

ción de conflictos, ya que el procedimiento puede

estar resuelto en torno a 6 meses, pero con las

mismas garantías que en la jurisdicción ordina-

ria, el juicio es grabado, el Tribunal tiene su propia

sede, etc.

”.

Además de por la rapidez, en la mayoría de las

ocasiones, las partes suelen escoger esta vía por

su carácter confidencial, frente a un proceso ju-

dicial que es susceptible de transcender pública-

mente, con lo que ello puede afectar a la imagen y

reputación de las empresas implicadas. Además,

prosigue el director, que es necesario destacar

también “

la especialización que tiene el árbitro,

el que dicta el laudo, que conoce en profundidad

temas como arrendamientos, cuestiones mercan-

tiles, reclamaciones de cantidad, incumplimientos

de contrato…”.

Todos los profesionales que intervienen en un ar-

bitraje son abogados, y en el caso del censo de

árbitros de Valencia, está compuesto por cerca

de 200 letrados, clasificados por especialidades y

con currículos muy destacados.