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No nos podemos olvidar de visitar Albi y su
castillo, cuna de Toulouse-Lautrec, Burdeos,
donde el vino es elemento de culto, la citada
Toulouse, lugar donde Saint-Exupéry concibió
su ‘Principito’, las famosas Carcassonne, Mon-
tpellier, Nimes, el castillo de Montségur… La
lista es interminable.
GASTRONOMÍA
La gastronomía de la zona tiene todos los tin-
tes y aromas de la cocina mediterránea, aunque
cuenta con un sello propio diferenciado y que se
nutre también de los vientos atlánticos. Aunque
el aceite de oliva, las verduras, carnes y pescados
son la base, también ocupan un lugar privilegiado
los quesos, mantequillas o guisos más caloríficos.
No es extraña esta variedad, ya que los territo-
rios occitanos viajan desde la alta montaña has-
ta las llanuras y abarcan la costa mediterránea y
la oceánica. Nos encontraremos alioli, y no faltaría
el pan golçat, ratatouille, bolhabaissa, cossoulet o
productos cuya base es la aceituna. Eso sí, nues-
tro paladar estará acompañado en todo nuestro
trayecto occitano por tierras occitanas de hierbas
muy conocidas en nuestra tierra, como el romero,
tomillo o el orégano.
“Más que una
concepción territorial
con plasmación en los
mapas, Occitania
evoca un espacio
cultural y lingüístico
común”
COMUN
ICAV 16_17