27 junio 2025

La dedicación constante, la vocación de servicio y la pasión por la abogacía merecen ser reconocidas. Con este espíritu, el Ilustre Colegio de Abogados de Valencia (ICAV) ha celebrado por primera vez en su historia, un emotivo acto de homenaje a casi medio centenar de colegiados y colegiadas que, en 2024 cumplieron 40 años desde su incorporación a la institución.

El acto, celebrado en el Salón de Actos del ICAV, ha sido inaugurado por el decano, José Soriano, quien ha ofrecido unas palabras de bienvenida a los homenajeados.

Seguidamente, la secretaria del ICAV, Raquel Marco, ha procedido a la lectura del acuerdo de la Junta de Gobierno por el que se reconoce oficialmente este aniversario. A continuación, uno de los momentos más especiales de la tarde ha tenido lugar con la entrega de diplomas e insignias colegiales a los letrados y letradas homenajeados. Uno por uno, los 48 compañeros y compañeras, han sido llamados al escenario para recibir, de manos del decano, el reconocimiento a toda una vida profesional al servicio de la justicia.

En representación del grupo, han tomado la palabra María del Mar Evangelio y Mariano Durán, este último decano del ICAV entre 2011 y 2014. Ambos compartieron un discurso cargado de emoción y orgullo, en el que han repasado la evolución de la profesión, han recordado experiencias compartidas y han agradecido al Colegio su cercanía y apoyo a lo largo de los años.

El decano, tras agradecer las intervenciones, ha cerrado el acto con unas palabras dirigidas a los homenajeados: “Es obligado reconocer a todos aquellos que día tras día y año tras año, durante 41 años os seguís dedicando a defender y proteger a los demás”. Además, Soriano ha querido recordar la pasión de los letrados por la abogacía, que en la mayoría de ocasiones requiere de un gran esfuerzo: “Os olvidasteis de vosotros mismos, sacrificasteis y cambiasteis el descanso por la dedicación y la entrega por la defensa”. Por último, ha agradecido a los homenajeados por su esfuerzo “gracias por haber dado forma y sentido a este colegio”.

Una tarde entrañable que quedará grabada en la memoria colectiva del Colegio como muestra de gratitud y reconocimiento a quienes, durante cuatro décadas, han dado lo mejor de sí en el ejercicio de la abogacía.